martes, 19 de agosto de 2008

Foto de amigos en fiestas. Jimena 1961



Viaje a Berlin con Fernando

Principio del formulario

Viaje a Berlín

1-Preliminares. - Una tarde del mes de febrero recordando la estancia en Berlín de Jaume hablábamos los dos con Fernando y salió la idea de ir a hacer una visita y ver por primavera el Berlín florido, especialmente el paseo "Unter den Linden" que quiere decir bajo los tilos. Jaume dijo que en primeros de junio tenía que ir a Berlín a hacer unos trámites y que si queríamos podíamos acompañarlo.

2- Decididos. - Ya estamos en mayo y nos impacientamos por ir al Berlín que tanto hemos soñado. Nos preparamos los mapas, hacemos itinerarios de visitas, buscamos hoteles, etc. Una tarde hablo con Jaume:
¿Qué, cuándo iremos a Berlín?
Oh, lo siento pero yo no puedo ir, se han complicado las cosas.
Pero es que nosotros lo tenemos asumido el viaje.
Si quieres te haré de agente de viajes, sin cargo.
Muy bien, preguntaré a Fernando cuándo le va bien.

Mi hermano me dice que antes del 20 ya está bien. Natalia espera al niño para finales de mes. Decidimos viajar del 5 al 9 de junio

3- Reservas. - Quedo con el Jaume para cenar en casa y al acabar le comento el viaje. Nos ponemos en Internet y reservamos los billetes de avión. Pagamos y nos viene la confirmación por e-mail. Viajamos con "easy-jet".

Ahora tenemos que reservar hotel. Marta nos dice que ella estuvo muy bien en el hotel Karibuni en el barrio de Neuköln. Pues hecho, pedimos reserva al Karibuni.

Ya hace tres días y el hotel no nos confirma la reserva. Estamos inquietos. Finalmente, el viernes día 30 recibimos un e-mail con la confirmación de reserva.

4- Trámites de aeropuerto. - Finalmente llega el día. Tenemos que estar en el aeropuerto a las 9 de la mañana. Pasamos por el "check-in" y nos dan las tarjetas de embarque. Tenemos hasta las 10h30. Nos tomamos un café y sin prisas pasamos el control de policía. El sistema me silba y me vuelvo, me saco el cinturón y vuelve a silbar; ya no sé qué.....ah, sí, el corta-uñas. Finalmente paso sin más silbidos.

Ya estamos en la sala de espera de embarque y nos sobran 20 minutos. Minutos que aprovechamos hablando sobre lo que haremos en Berlín.
Se enciende la luz que dice Berlín y llaman a embarcar. Mi hermano pasa y yo detrás de él me dispongo a entrar al túnel hacia el avión cuando la azafata me pide el DNI. Se lo enseño y me dice:
Lo siento, tiene el carnet caducado.
Ostras, si. Hace cinco días que me ha caducado.
Pues con el DNI caducado no puede pasar. Vaya a la policía.

En todo esto mi hermano que ya estaba en el túnel, vuelve y pregunta lo que pasa. Yo le digo que no me dejan pasar por el DNI caducado. Pues yo también vuelvo. Vamos a la policía del aeropuerto y nos dicen que en el espacio de la Unión Europea se puede transitar durante tres años con la documentación caducada. El agente de servicio nos hace un documento con el redactado de la norma y nos pone sello y firma. Me vuelvo hacia mi hermano:
Fernando, vamos que todavía podremos coger el avión.
Pues vamos, corramos.
Volvemos a pasar el control de seguridad y llegamos a la puerta de embarque.
¡Ay las! Tampoco nos dejan pasar. Enseño el documento de la policía.

Pero escucha, si la policía nos deja circular. ...
Las normas de la compañía no permiten subir sin documentos en regla
Sin embargo, la policía dice...
Un momento que llamo…., Si, del policía de guardia…., Sí, claro. Que no puede pasar
Pero yo tengo pasaporte actual
¿Lo tiene aquí?
No claro, en casa.
Pues le podemos cambiar el vuelo por el de las 5 de la tarde.
Qué remedio, vamos. Una vez hecho el trámite de cambio de vuelo, hacia casa que falta gente. Dejamos las maletas en la consigna de la estación y vamos andando hacia casa. Cojo ropa interior nueva, de los nervios he cogido una sudada que... Cojo el pasaporte y mi hermano que me ha seguido como una sombra me dice que mire si está caducado. Yo aun sabiendo que no, me lo miro. Todo está en orden.

Camino de la estación comemos. Cogemos el tren y antes de las 3 h de la tarde ya estamos de nuevo en el "check-in". Mientras nos atiende a la chica le explico la odisea de la mañana. Cuando pide al ordenador los nombres dice que no están confirmados y sólo de verme la cara coge el teléfono y llama al centro de control que rápidamente le confirman. Ahora no falta nada más que las tarjetas de embarque y depronto se atasca la máquina. Nos miramos con la chica de la oficina y... Estallamos a reir.
Usted es un "gafe" me dice. Abre la tapa, saca unos papeles, vuelve a cerrar, pulsa un botón y... Ya tenemos las tarjetas de embarque para el vuelo de las 5 de la tarde.

¿Lo adivináis?, pues sí, volvemos a pasar el control de seguridad, suerte que cada vez eran diferentes los agentes. Nos queda una hora entera de espera en la zona del "dutifri" como dice mi hermano pero no osamos salir demasiado. Ya, ya nos llaman a embarcar, cojo el ticket y mi PASAPORTE y al llegar a la puerta, sabéis qué pasa?, me dice la chica: Pase, pase...
Ni me ha abierto el pasaporte ! Verdad que hay para enfadarse?

Finalmente pasamos al avión y escogemos la 5ª. ila. Fernando se sienta en la ventana y en yo en el asiento central. A las 5 en punto empieza el avión a correr y al cabo de 5 minutos ya estamos en el aire.

5- Viaje y llegada. - El vuelo es tranquilo. En todo el trayecto se ven formaciones de nubarrones unos más blancos que otros pero nubes. Pasan ofreciendo bebidas y artículos de regalo, pero todo se tiene que pagar y "pasamos". Hacia las siete se empieza a ver tierra y es Berlín. Suerte que tendremos sol.
Ya estamos en el suelo, en el aeropuerto de Schönefeld, que está en el sureste de Berlín. Salimos al exterior del edificio del aeropuerto y nos miramos Fernando y yo:
Ya estamos en Berlinnnnnn!!
Me dice: ¿qué tenemos que hacer ahora?
Coger el billete de transporte. El "7 tage karte" que nos recomendó a Jaume.
Pues, hacia la máquina. Miramos el precio que es de 27 € aprox., sacamos dos tarjetas.
Ya tenemos la carta de transporte que vale para siete días. Pregunto a información dónde la podemos validar y me dicen:
"Im Bus oder im Banhhoff".
Fernando me dice: suerte que les entiendes!!. ¿Qué autobús cogemos?
Jaume me dijo un XT o un 171.
Mira, Allí hay un 171.
Vamos pues, subamos. Una vez instalados dice Fernando:
¿Dónde va este autobús?
En el letrero dice que va a la Hermannplatz. Ya nos va bien.
Hablamos con Fernando sobre si bajar a la parada del metro y cambiar de transporte o no. Le digo que como el final está en un sitio que conozco y está a una parada de metro del hotel donde nos hospedaremos, pues que no hay que hacer el transbordo.

Llegamos a la recepción del hotel a las 9. Aquí todavía hay luz de sol. 
Ay!! Está cerrado. Llamo al timbre y de un balcón sale una cabeza y me dice: "Moment bitte"

6- El Hotel. - En recepción nos saludan nos dicen que nos esperaban antes y les explico que el autobús ha hecho un camino muy largo. Me dice la chica qué teníamos que coger el metro.
Total: Wilkommen!! Y nos dan la llave de la habitación y la de la escalera de al lado.
Podemos hacer el horario que queramos porque podemos entrar directamente. Nos preguntan a qué hora queremos bajar a tomar el desayuno y les decimos que a las 8. Nos dicen que muy bien. ¡Ah! dice la recepcionista, tienen una nota de una visita que ha venido hace una hora. Tenga!.
La nota es de Nuria. Nos comunica que volverá hacia las 9h30. Le digo a Fernando
venga, vamos a la habitación a refrescarnos un poco antes que venga la Nuria.
Subimos a la habitación, 3r piso, sin ascensor, pero la ilusión nos ayuda a subir.
Esto es un apartamento dice Fernando
Si, le contesto, dormitorio, sala de estar, baño, mini-cocina. ...
Y mira, da a la calle.
Nos lavamos un poco, nos cambiamos alguna pieza de ropa y bajamos a la calle a hacer un poco el pipa por los alrededores del hotel. Todavía queda luz de día.

7- Primera salida. - Como Nuria y el Charly viven en la calle de al lado, al salir del hotel nos dirigimos hacia su casa y justo en la esquina nos los encontramos.
Nuria, Charly, mi hermano Fernando
¿Mucho gusto, que tal?
¿Hola, hola, cómo estáis?
Muy bien y tú?.
Hechos los saludos hablamos de donde ir a cenar. Nuria dice que conoce un restaurante austríaco en el barrio y podemos ir andando. Pues vamos hacia allí.

Por el camino yo voy al lado del Charly y mi hermano con Nuria. Cambiamos impresiones sobre su estancia en Berlín y sus actividades. Charly hace fotos en plan profesional. Nuria hace traducciones y como hobby hace danza clásica.

Llegamos al restaurante y cogemos una mesa para 4 que caben 5 al menos, o sea que anchos, lo estamos. Pedimos la carta y empezamos a leer. A Fernando le decimos que hay cordero y no le hace falta nada más. Yo pido verdura cocida y variada servida con 7 salchichas y una salsa agridulce. Y para beber ... CERVEZA!! naturalmente.
 "Zwei grosses Biere" dos cervezas grandes, y nos las traen de ½ litro. Son oscuras, "dunkeln" que dicen ellos. El Charly y Nuria las piden claras. Ellos comen unos platos de carne con salsa.

Casi que nos quedamos los últimos en el restaurante comiendo, bebiendo y charlando. Hacia las 11, bien tocadas, pagamos y nos volvemos hacia el hotel. Por el camino de vuelta nos pasan coches con banderas en las ventanillas de Alemania y de Turquía y no sabíamos que era. Le preguntamos al conductor de un coche que se detuvo cerca de nosotros y nos dijeron que era la Eurocopa de Fútbol.

Volvemos a estar en la puerta del hotel y nos despedimos quedando de hacernos una llamada mañana hacia las 8 de la tarde-noche.

Nos subimos a la habitación y nos ponemos cómodos. Abrimos el balcón y hace un aire fresco que nos va muy bien para descansar. Nos ponemos sobre la cama a las 12. Buenas noches!!

8- Viernes, día 6. - Nos levantamos nos aseamos y vestimos, y hacia las 8 bajamos al comedor tal como habíamos quedado el día anterior.
Nos recibe al ama, nos coloca en una mesa y nos dice que podemos escoger lo que queramos. Es una especie de servicio mezclado con bufete libre. Nos aposentamos y empezamos a escoger. Hay panes diferentes, quesos, mermeladas, fruta y zumos de fruta. Café y croissants.

Al acabar el desayuno hablamos, hablo con el recepcionista, que es el dueño, y le digo si puedo pagar. Se acostumbra a pagar por adelantado. Me dice que una chica le había dado una paga y señal de un día. Para mañana me tendrá la nota preparada.
Nos despedimos y salimos a visitar Berlín en primavera. Previamente, sentados en la mesa, ya habíamos preparado un itinerario mi hermano y yo.

Cogemos el metro en Rathaus-Neukölln en dirección a Alexanderplatz. Aquí salimos al exterior y vamos hacia el lado de la plaza que da al ayuntamiento. Hace un día espléndido de sol y buena temperatura, sobre 28ºC, o sea que de momento la hemos acertado.

Pasamos por delante de la torre de la TV, que dicho sea de paso, se ve desde todo Berlín. Las cámaras de fotos hechan humo, retratamos la torre, la "Berlín Rathaus" (ayuntamiento), la iglesia de Sta. María, y seguimos camino, a pie, hacia la Puerta de Brandenburg.

Salimos de la plaza y llegamos a la isla de los museos. La isla la forman los dos canales en que se divide el río que atraviesa Berlín, el Spree, a la derecha la Catedral y más adelante un parque arbolado que nos va de perlas para descansar un poco a la sombra. Nos sentamos delante del río donde un grupo de turistas suben a uno de las motonaves que hacen la excursión fluvial.

Descansados, seguimos camino y nos plantamos en la puerta del museo Zeughaus, un arsenal viejo ocupado por el museo de historia, justo al principio del paseo de los tilos, "Unter den Linden" que empieza con una estatua de Frederick el Grande. Ya se ve la puerta de Brandenburg uno de los iconos de Berlín. Seguimos por el paseo mirando las tiendas, la Opera del Estado, los edificios de la banca, la Universidad Humboldt, las embajadas entre ellas la de Rusia y finalmente nos encontramos en la explanada de la puerta. Fotos y fotos, con gente, con artistas-estatuas, y cómo no, con nosotros delante de la puerta.
Ahora iremos hasta el Tiergarten le digo a Fernando
¿Pero andando? No un poco más adelante cogeremos el bus nº 100
Nos dirigimos por la avenida del 17 de junio y al cabo de un cuarto de hora de andar me dice Fernando: ¿El autobús por donde pasa?
Un poquito mes adelante, le contesto.
Pero un poquito más adelante nos encontramos una señal con un aviso de parada anulada por el servicio de transportes. Como bordeamos el parque nos adentramos un poco hasta un banco y descansamos consultando el mapa.
Mira, ya estamos cerca de la estatua de la Victoria, en Siegessäule.
¿Si, y después?
Después atravesaremos por el parque hasta la plaza del Tiergarten, la Breitscheidplatz.
De acuerdo, pero vamos primero al servicio.
Justo delante de la estatua hay una casita de "Damen und Herren". Después nos adentramos en el bosque en la dirección acordada. De golpe aparece un edificio y resulta que es la embajada de España. Al lado un apartado con mesas, árboles y casetas de venta de cerveza. Se oyen sonar las 12 del mediodía en una campana cercana y mi hermano dice: La cerveza del ángelus.
Si, si, ya tocaba.
Nos sentamos con dos jarras de cerveza fresca, de ½ l. que previamente he pagado en caja. Nos tomamos el tiempo necesario descansando y saboreando la cerveza. Llevamos tres horas en danza y ya tocaba un pequeño descanso.

Entre sorbito y trago de cerveza hacemos un plan de visita y de dónde comer. Cuando ya hemos descansado y no queda líquido en la jarra nos dirigimos a la plaza Breitscheid y en llegar miramos donde para el bus nº100 para después cogerlo.

Ahora hacemos las fotos de rigor de la Kurfürstendamm, el Europa Center, la torre del Gedächtniskirche del Kaiser Wilhelm, es decir al emperador Guillermo, al traducir queda en poca cosa. Hecha la tarea de turistas nos enfilamos al 100 que nos deja en la Alexanderplatz. Al bajar me dice Fernando: ¿Dónde podremos comer?
Cerca de dónde vivía antes Jaume. En un Restaurante italiano
"Bueno", vamos.
Nos vamos hacia la Pannierstrasse y cerca del canal, en el chaflán está el Restaurante "La Música" donde sirven especialidades italianas. Pedimos sopa menestrone de primero y espaguetis a la boloñesa de segundo. Sí claro, para ver dos jarras de cerveza y como decimos grandes nos las traen de medio litro. Después pedimos un "espresso" y aquí sí que tiene el sabor de nuestro café.

Cuándo volvemos hacia la calle del hotel, a punto de coger el metro, (U-Banh para los alemanes), nos llama Nuria y dice de ir a tomar unas cervezas por la tarde a la Rosenthalerstrasse; quedamos para encontrarnos en la esquina con la Rosenthalerplatz. Toda esta zona del antiguo Berlín-Este es encantadora y muy animada.

Nos encuentramos con el Charly y Nuria, como habíamos quedado, y calle arriba, a partir de la R.platz la calle hace subida, nos encontramos a mano izquierda un montón de terracitas de bares-restaurantes.
Escogemos uno que tenía tres mesas vacías y nos sentamos.

Vviene un camarero a pedir que deseamos y cómo es natural pedimos - Groses Biere - y cuando nos pregunta que qué tipo le decimos que la especialidad de la casa. Como resulta que es un bar de un ruso nos trae cerveza rusa, una Moskwa, que sirven poco fría.

Tomando las Biere y mirando al partido de fútbol de los europeos, hablamos de dónde cenar y yo digo que quiero una sopa típica de las que pican.

Nos marchamos tres "xiringuitos" mes abajo y encontramos a uno con especialidades alemano-mexicanas y allí nos quedamos. Suerte de las cervezas frescas, porque la sopa y el plato segundo picaban mucho.
Como Nuria y el Charly van en bici, cuando nos despedimos nos tenéis a mi hermano y a mí solos y decidimos andar un rato antes de volver al metro.
En la parada de Weinmeisterstrasse cogemos la línea que nos lleva a la ya conocida Hermannplatz y aquí decidimos no hacer transbordo y andar, es sólo una parada.

Llegamos a la puerta del hotel cuando en el reloj del ayuntamiento de Neukölln tocan las 11 de la noche. En recepción nos preguntan a qué hora bajaremos a desayunar y les decimos que a las 9. Decimos "Guten Nacht" y hacia arriba. Llegamos al 3º piso soplando y soplando nos descalzamos y nos ponemos cómodos y descansamos los pies. Fernando se los lava y yo me hago fricciones de colonia. Después del ritual pedal programamos las visitas que haremos mañana y a dormir.

9- Sábado, día 7. - Nos |levantamos cerca de las 8 y nos aseamos, escogemos la ropa que llevaremos y miramos por la ventana el tiempo; claros y nubes y en la pared de delante hay una ojeada de sol. Es decir, hará buen día para andar.

Bajamos poco antes de las 9 al comedor y el ama se asusta cuando nos ve, ya qué el comedor tiene “pleno”. "Wir wird warten" (esperaremos), le digo y sonriendo nos lleva a la sala de espera, yo miro un diario, el Berliner Morgen Zeitung, y Fernando coge un bloc y unos lápices y pinta.
Ya tienen la mesa a punto, nos llama el ama. ¿Tomarán Café?
Si, tomaremos café, gracias.
Nos tomamos unos panecillos con mantequilla y mermelada, una pieza de fruta, yo plátano, quesos al gusto y un zumo de manzana. Después, con el Café mojamos unas pastas "raras" pero dulces.

En recepción nos tienen la nota preparada. Nuria había pagado una noche por adelantado por lo que tenemos que pagar tres noches más. El recepcionista, que es el dueño, nos pregunta qué pensamos hacer y muy brevemente le explicamos la ruta.

Hemos decidido dar un paseo con el S-Bahn que es como un metro pero de superficie. Cogemos el metro en Rathaus-Neukölln, que es nuestra parada, pero en dirección a Rudow y cuando llegamos a Neukölln, dos paradas, hacemos intercambio hacia la línea S41 que hace la vuelta a Berlín a izquierdas. Cuando llegamos a Messe Nord bajamos y cogemos la línea U2 hasta la estación Potsdamerplatz donde bajamos.

Nos han dicho que la Potsdamerpatz vale la pena de visitar, pues allá vamos!!. Hay poca animación quizás por ser sábado, porque casi todo son oficinas. Hacemos las fotos correspondientes y nos dirigimos al Reichstag, (Parlamento). Viendo la puerta de Brandenburg digo a mi hermano:
¿Fernando, vamos a pie o cogemos el autobús?, mira, está allí.
Mejor el autobús, aunque sea una parada.
Cogemos el primer autobús que pasa i ... ... no va hacia Brandenburg, va a la Hauptbahnhoff, la estación central de trenes. Pues mira por dónde visitaremos un lugar no programado.

La estación es enorme. Estamos en la planta baja llena de tiendas y de pronto sentimos un claxon fuerte, de tren, que viene del piso de arriba. Pues sí, por allí arriba pasa un tren tipo Talgo para entendernos. Salimos a la otra punta del edificio y oh sorpresa, allí cerca está el edificio del Reichstag. Resulta que el autobús nos ha hecho la ruta de circunvalación y estamos detrás y no ante el Parlamento y con el rio en medio.

Atravesamos el río por el único puente del sector y nos encontramos en los jardines detrás del Reichstag.
Hay una cola enorme de gente para visitarlo por lo que decidimos hacer las fotos de rigor y marcharnos hacia otra visita.

Cerca vemos una parada de autobús y ahora sí, miramos el nº de la línea. Cogemos el 100 que nos deja a Alexanderplatz. Ya son casi 12 y buscamos un lugar para hacer la cerveza cuando oímos unos tambores, gaitas y vemos gigantes allí mismo.
Resulta que es la fiesta de las Baleares y ofrecen vino y "tapas" de almendras, tortilla y otros. Hacemos una cata y nos marchamos busca de nuestro 1r objetivo en aquella hora, la cerveza. Entramos en una tienda de la estación, una zona comercial muy grande, y como quien no quiere la cosa, ya nos vemos con dos cervezas en las manos. Aquí nos dan unos vasos de 0,4l, de Warsteiner clara y fresca.
Al acabar, hacemos un poco el turista buscando un lugar para comer.

Los parasoles están a 300 m de donde estamos pero ya no vendrá de unos metros más o menos. Llegamos a un restaurante del tipo autoservicio y escogemos el plato que nos apetece y cómo no, una "grosses Bier" que también la sirven de ½ litro.

Una vez acabada la comida nos vamos a la explanada de la iglesia de Sta. María y nos sentamos en un banco a la sombra. Al cabo de unos minutos decidimos volver al hotel y descansar un poco.

Hacia las 5 salimos y al metro que falta gente. Nos dirigimos a la estación de Stadtmitte porque queremos ver la zona del Check-point Charly. Cuando salimos del metro cogemos la Friedrichstrasse en dirección sur. Nos encaminamos hacia este punto histórico, que sale en tantas películas sobre Berlín: "Check-Point Charly". Todavía está la barraca con foto de un soldado ruso de un lado y de un americano del otro. Gente vestida de uniforme te vende pasaportes con visados de entrada y salida tanto en un sentido como en el otro. Tiendas donde venden ropa y gorras de militares. El museo del muro, "Mauer Museum" con un trozo de pared en la entrada con un letrero y una estrella encarnada con la inscripción: Democratic Republic Deutschland.
Todavía no es muy tarde como para ponernos a cenar por lo que decidimos irnos al barrio de Neukölln y buscar un restaurante. Bajamos del metro en… sí, en la conocida Hermannplatz cogemos la avenida de Sonnenallee en dirección al hotel mirando sitios dónde cenar. Casi todos los restaurantes son italianos o turcos. Rompemos para Weichselstrasse y encontramos un bar - restaurante que tiene dos mesas fuera. Las especialidades son tipos de platos combinados pero con salsas al curry y picantes.
¿Te parece aquí Fernando? Sí, está bien. Nos sentamos
Sale un camarero y pedimos unos platos con bratswurst con patatas al curry y salsa de paprika picante. Aquí nos encontramos con una decepción: no sirven cerveza por lo que tomamos Pepsi-Cola que con la salsa picante nos hace de suavizante.
Al acabar, como estamos en el barrio y cerca de la calle Boddingstrasse, decidimos ir a ver el piso del Charly y la Nuria que está en la calle de al lado. Llamamos al timbre donde dice "Muñoz - Gregori", todavía está el nombre del Jaume, y nos abre el Charly. Como tampoco tienen ascensor tenemos que subir los 4 pisos a pie. Al llegar al piso nos dice el Charly que Nuria no está pero que él nos hará de anfitrión. Nos enseña el piso y salimos al balcón - terraza donde nos sentamos y nos tomamos un vino esperando a Nuria.

Al cabo de poco llega ella y se sienta con nosotros en el balcón. Charlamos durante un cuarto y después Fernando y yo nos despedimos y nos marchamos al hotel. Soplando como siempre, llegamos a nuestro apartamento y una vez cambiados y refrescados repasamos lo que hemos hecho. Dice mi hermano:
Vaya "tute" qué nos estamos dando
Claro, es la única manera de ver cosas. ¿Y mañana qué?
Mañana toca el Mauerpark y el "mercadillo"
¿Y cogeremos el tranvía, eh?
Si, si, cogeremos el tranvía.
Desde que Fernando vio los tranvías de aquí que no para de decir que quiere subir.
Como ya pasa de las 11 y 1/2 decidimos ponernos a dormir.

10- Domingo, día 8. - Ya que hasta las 9 no desayunamos, no hay que madrugar tanto. Aun así nos plantamos en el comedor antes de 9. Hoy no hay tanta gente y no tenemos que esperar. Desayunamos casi lo mismo de cada día. El recepcionista nos pregunta dónde iremos hoy y le decimos que al mercado del Mauerpark y nos pregunta si sabemos dónde está. Le digo que sí que bajaremos en Bernauerstrasse del metro. Él dice "genau", (exactamente), y nos desea buen día.

La ruta del metro nos lleva a una línea nueva, la 8, y haremos el trayecto, Rathaus-Neukölln - Hermannplatz - Bernauerstrasse. Al salir del metro encontramos una gran avenida y bloques de pisos como si fuera la Verneda de Barcelona sólo qué más bajos. Vamos por la avenida y a unos 5 minutos a pie entramos en el mercado. Todavía hay quien monta la parada.

En la banda derecha del mercado hay un gran parque y en el fondo se ve un trozo de muro. Nos acercamos y hacemos las fotos correspondientes. En el centro, entre los dos muros hay un camino de ronda, no accesible para nosotros, que debió ser por donde pasaban las patrullas militares de vigilancia.
Andamos por el mercado ya de salida y una vez en la avenida decidimos volver por otro lado.

Llegamos a una parada de tranvía y nos subimos sin pensar al primero que pasa. Ya sabemos lo que pasa en este caso. Al cabo de 4 ó 5 paradas bajamos y miramos en el mapa donde nos ha dejado. Dos calles más adelante pesa uno que nos dejará en la "Alexanderplatz" que ya conocemos. Una vez en la plaza bajamos y nos metemos en un centro comercial, de lujo, que queda aparte a la derecha de la plaza mirando hacia la catedral y la Branderburgtor. Aquí nos tomamos un descanso delante de unas jarras de cerveza.
Al cabo de un rato empezamos a pensar dónde comer. Acabadas las cervezas pagamos y nos marchamos pasando por dentro del centro comercial.
Decidimos volver a comer en el mismo restaurante que ayer. Cuando llegamos hay lugar en la terraza o sea que digo a Fernando:
Si espabilamos podremos comer fuera
Si, miremos lo que tienen hoy
Yo quiero escalopa con salsa y patatas
Pues yo también. Y cerveza
Pido pues el menú y la cerveza, pago y nos vamos a la terraza. En medio de la comida se ponen a nuestra mesa unos pájaros descarados, picando, picando se nos ponen a dos palmos. ¡En Barcelona también lo harían! Cuando acabamos, me pregunta Fernando
¿Y ahora qué?
Pues como estamos cerca podríamos ir al "S. Nikolai Viertel",
Y de paso nos tomamos allí un café.
Al pasar por delante del ayuntamiento, la Rotesrathaus, entramos a hacer una visita. Todo es grande y bonito. Estamos en un pasillo largo y en el fondo se ve una lucecita que nos atrae. Cuando estamos allí dice "Herren - Damen" y comoquiera que ya teníamos cierta urgencia pues aprovechamos. Después entramos en el salón de plenos, en el lateral y hacemos la foto de un cuadro con el Káiser abriendo una sesión.

Damos por acabada la visita y continuamos hacia el Nikolai. Antes de 10 minutos nos plantamos en el barrio, el barrio de S. Nicolás que es, dicen, el mes antiguo de Berlín y buscamos una terraza con sombra. Encontramos una al lado del río y nos sentamos a una mesa bien sombreada y con un poco de viento que hace todavía es más agradable la estancia.

Se nos acerca una "Fraulein" que nos saluda con un "Hallo" sonriendo y nos dice que qué queremos tomar. Le pedimos dos cafés expreso y la cuenta, cuando nos los trae pagamos, 3€, y disfrutamos del sabor del café, de la sombra, del viento y de las vistas. Estamos bien bien unos 20 minutos, pasados los cuales nos levantamos y vamos a buscar el metro para volver al hotel y echar la siesta.

El trayecto: Alexanderplatz - Hermannplatz - Rathaus Neukölln ya nos es familiar, eh?

Por la tarde, después de las 5, nos vamos al barrio de Kreuzberg. En el Viktoriapark está el punto más alto de Berlín con 60 m de altura. Vamos subiendo a la sombra de los plataneros y tilos del camino y atravesamos el arroyo que sale de una cascada artificial que brota en la cima de la colina.

Encima de todo hay un monumento con cruz que recuerda fechas de batallas de la guerra prusiana. Desde aquí arriba se ve todo Berlín. Aprovechamos para hacer las fotos reglamentarias.

De vuelta hacia abajo, nos sentamos un rato al lado del arroyo y vemos gente con las piernas dentro del agua pero a nosotros no nos atrae la idea. Vamos de salida y nos dirigimos al metro en Mehringdamm. Mientras llegamos hablamos sobre dónde cenar y pensamos que al lado del ayuntamiento de Neukölln hay lugares donde hacerlo.
Cogemos pues el metro y bajamos en la estación "nuestra", en Rathaus Neukölln. Y justo en frente, en la plaza se ven unos parasoles y mesas. Nos acercamos y vemos que sirven especialidades italianas.
¿Va bien aquí Fernando?
Si. Podríamos pedir pizza.
Pizza va bien. ¿Y cerveza, eh?
¡Claro! Cerveza clara.
Pedimos ½ pizza por cabeza y unas jarras de cerveza. Comiendo me suena el móvil y contesto. Es el Charly que me pregunta dónde estamos.
Estamos en la plaza delante de la Rathaus
Ahora mismo vengo. Como estamos cerca de su piso al cabo de 5 minutos ya lo tenemos allí. Se sienta con nosotros y pide una cerveza. Le traen la jarra al mismo tiempo que llega Nuria.
No sabéis que me ha pasado? Qué, le digo
Pues que me han fallado los frenos de la bicicleta y de poco que no atropello una señora
¿Cómo has llegado?, le dice el Charly.
Con el metro. He dejado la bici en el taller.
Todo no ha pasado de un susto. Continuamos charlando mientras acabamos la cena. Al acabar nos dice Nuria que podríamos tomar café en un bar musical de la calle Boddin que ella conoce muy bien. Nos vamos hacia dicho bar.

Llegamos con las últimas luces del día. Nos aposentamos y pedimos. El bar está lleno de cuadros con fotos familiares y retratos de conjuntos tocando instrumentos. Suena una música del tipo oriental con ritmos modernos.
Yo no quiero café y pido un vaso de chocolate caliente. Los demás sí que piden café.
El tema de conversación es la marcha de vuelta a casa de mañana.
¿Qué pensáis hacer mañana?
Pues pasear por el barrio y poco más. Nos marcharemos hacia las 11 de la mañana
Pero tenéis tiempo de visitar alguna cosa en el centro
Haremos los trayectos del metro y poco más
Bien, vosotros mismos.
Acabadas las bebidas salimos a la calle y nos despedimos del Charly y la Nuria con un abrazo y un "Auf Wiedersehen". Como son ya cerca de las 11 Fernando y yo nos retiramos hacia el hotel.

Al llegar al apartamento nos dedicamos a arreglar la ropa y preparar las maletas.
Mañana nos podríamos levantar a las 8 dice Fernando
Pues sí, no hay que madrugar para hacer el programa que tenemos
Nos estiramos en la cama y continuamos charlando un buen rato sobre los días pasados y las cosas visitadas, aunque quedan muchas más por visitar. En el reloj del ayuntamiento dan las 12 de la noche y nosotros nos ponemos a dormir.

11- Lunes, día 9. - Como estaba previsto nos levantamos a las 8, nos lavamos, nos vestimos con ropa nueva, limpia, y hacemos las maletas. Lo dejamos todo preparado para la marcha y bajamos a desayunar. Sólo somos tres mesas para la comida. Hacemos el mismo menú de cada día, es decir, un panecillo con mantequilla y mermelada, una fruta, plátano, un poco de queso, un zumo de fruta y el café con pastas.

Al acabar volvemos a la habitación hacemos un repaso de rincones y armarios y bajamos con las maletas a recepción. Pedimos al recepcionista, al dueño, si podemos dejar las maletas hasta las 11. Nos dice que "natürlich", naturalmente. Las dejamos en un rincón y nos marchamos.

Hacemos un tour a pie por el barrio, empezando por el Neckerstrasse que es la calle del hotel. Visitamos unos grandes almacenes pero justo ahora están abriendo. El barrio tiene todo el aspecto de un barrio de los nuestros como Sants pero con calles mucho más anchos y las casas más bajas. Nos acercamos a las 11 y vamos vagando sin una meta.
¿Fernando, y si nos marchamos hacia el aeropuerto?
Púas si, total por lo que estamos haciendo.
Volvemos al hotel y nos despedimos del personal, padre, madre y la hija, que se llama Petra. Cogemos las maletas y nos metemos en el metro.
¿Ahora la otra dirección eh Fernando?
Si, hacia Rudow.
Rudow es el final de la línea. Tenemos que coger un autobús, el 171 o bien el XT. Tenemos suerte. El primero que llega es el XT que hace la ruta directo. Una vez en el aeropuerto vamos directos a la sala de salidas internacionales y todavía no han abierto el Check-in por el que nos sentamos en una mesa en el bar y pedimos unos cafés que nos sirven en un vaso grande como de agua. Tenemos que esperar cerca de ½ hora.

Ahora ya han abierto el Check-in y nos dan la tarjeta de embarque, los documentos no nos dan sorpresas, y pasamos el control de policía. Tengo que abrir la maleta porque me he dejado una botella de agua en el bolsillo. Me la bebo y listos.

La sala de espera es más bien corredor de espera con una hilera de sillas a lo largo de la pared. Nuestro vuelo está anunciado pero no abierto. Nos dirigimos corredor adelante hasta un punto que hay un bar y mi hermano dice
¿Qué, la última cerveza de aquí? Vale, ya la pido.
En el bar no tienen jarras, nos dan unos vasos de 0,4l. Nada más acabarlas sale en la pantalla de aviso de los vuelos la puerta de embarque del nuestro. La 59. Somos los primeros en llegar y nos encontramos con el ticket del vuelo delante de una puerta a la vista del avión. Sentados vemos pasar a la tripulación y al cabo de 5 minutos nos dicen que podemos ir al avión siguiendo la zona verde pintada en el suelo. Bien, ya estamos en el asiento de la 3ª fila. Fernando se sienta en la ventana y yo en medio. Ahora no tenemos nadie en el asiento del lado.

Nos elevamos a la hora prevista, y de vuelta tampoco nos dan nada de beber ni comida. Si quieres lo pagas! Ahora sí que tenemos buen tiempo y podemos ver tierra y mar. Cuando vemos el golfo de León ya pensamos que pronto estaremos en el suelo.

También estamos en el suelo a la hora prevista y sin más controles salimos de la terminal hacia la estación de tren. En Sants salimos juntos mi hermano y yo y en la plaza de Huesca nos paramos para tomar la última cerveza, y después cada oveja hacia su redil. Yo llego a casa a las 6 de la tarde.

¿|Dónde podría ir la próxima vez?, eso sí con la documentación revisada antes de salir!!